La Técnica Alexander es un método practico para aprender un mejor uso de nosotros mismos y ser conscientes de como nos movemos reaccionamos y funcionamos en nuestra vida diaria.
La
Técnica Alexander te enseña utilizar el cuerpo con más soltura y menos
tensión, se trata de reeducar el uso incorrecto de los músculos y las
articulaciones mediante la prevención de ciertos hábitos posturales que
nos permitirán un retorno a los beneficios de la niñez.
¿A quién va dirigido?
Cada día la gente padece trastornos psicofísicos debido a los malos hábitos y al desconocimiento sobre como usarse a si mismos, nos sentamos frente a un ordenador durante horas sin percatarnos de como esa horrible postura nos comprime, nos deforma y nos fija en ese mal habito, o realizamos ejercicios sin la coordinación y libertad necesaria, o ponemos un increíble exceso de tensión en esas tareas cotidianas tan sencillas como limpiarse los dientes, (observa toda la tensión de tu cuello hombro, bíceps, muñeca y dedos en algo que debería ser sencillo .
Todos estos malos hábitos repercuten en nuestro sistema nervioso y muscular, comprimen nuestros órganos, deforman el dibujo de nuestra espina dorsal, y causan trastornos de muy diferentes clases. Los más comunes son: Dolores de espalda, migrañas, problemas intestinales y de circulación, alteración de la presión sanguínea, etc. Incluso la mayoría de los problemas que denominamos psicológicos tienen la misma causa
Qué no es?La Técnica Alexander te educa, no te cura.
La Técnica Alexander no es una terapia, es una enseñanza
La Técnica Alexander enseña a usarte psico-físicamente (psíquica y físicamente)
La Técnica Alexander no es una técnica de relajación, si no mas bien una técnica tonificante, que ajusta el equilibrio, el movimiento y el habla.
La Técnica Alexander no manipula tu postura, te ayuda a dirigir y poner en funcionamiento tus mecanismos naturales, y a usar tus músculos antigravitatorios, por medio del no hacer.
La Técnica Alexander no manipula tu postura, te ayuda a dirigir y poner en funcionamiento tus mecanismos naturales, y a usar tus músculos antigravitatorios, por medio del no hacer.